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¿Sabes qué es la pregorexia?

Hoy queremos hablaros de un trastorno alimenticio que afecta a las mujeres embarazadas: la pregorexia.

Se trata de una patología que consiste en la restricción de calorías y nutrientes, realizar ejercicio físico intenso y darse algunos «atracones» a comer por la obsesión de mantener el peso y no engordar demasiado.

Es un desordena alimentario que suele estar muy presente en personas que han tenido otro tipo de trastornos de este tipo en el pasado ya que es una etapa en la que nuestro cuerpo sufre grandes cambios, adquirirmos más peso y no todas las mujeres saben aceptarse tal cual durante esos meses.

El gran problema es la gravedad que puede suponer el no adquirir los nutrientes necesarios, tanto para la madre como para el feto, de tal forma que se pueden dar casos de hipertensión, disminución del volumen de líquido amniótico, desnutrición, descalcificación ósea, piel seca y deshidratada, arritmias, baja producción de leche materna o desprendimiento de la placenta. Por su parte, el bebé puede nacer antes de tiempo, aumentan las posibilidades de complicaciones durante el embarazo, así como de su fallecimiento tras el primer mes de vida,, bajo peso, aumento de las posibilidades de sufrir retraso mental, insuficiencia respiratoria, problemas neurológicos, hiperactividad…

Los síntomas más frecuentes son:

  • Poca ganancia o pérdida de peso durante el embarazo.
  • Restricción de la mayoría de grupos de alimentos.
  • Sentimientos de miedo excesivo o ansiedad por coger peso.
  • Exceso de ejercicio para no ganar peso.
  • Inducción al vómito tras las comidas.
  • Fatiga excesiva.
  • Mareos.
  • Evitar comidas para no engordar.
  • Dificultad en la concentración.
  • Obsesión por la reducción de peso.

Al tratarse de una enfermedad de base psiquiátrica, para el tratamiento de la pregorexia es necesario un equipo multidisciplinar especializado en este tipo de alteraciones que incluya un psiquiatra, obstetra, psicólogo, dietista-nutricionista y enfermero.

Hay que tener en cuenta que una mujer embarazada debe coger al menos entre 9 y 12 kilos como mínimo puesto que es lo normal de el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico. Para ello hay que calcular un consumo diario de unas 2000 kilocalorías.

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