Aunque parezca increíble, todavía existen muchísimos casos en el mundo de mujeres embarazadas que son despedidas por esta motivo. Es el caso por ejemplo de Whitney Tomlinson, soltera, con 30 años y empacadora en un centro de distribución que le dijo a su responsable que tenía náuseas.

¿Su respuesta? Que necesita una nota de su médico para darle un descanso. Es entonces cuando acudió al doctor y éste no identificó ninguna complicación durante el embarazo pero sí escribió una nota donde se decía que debía evitar levantar bultos pesados en su jornada laboral. Cuando volvió a su centro de trabajo, lo que le esperó era un descanso pero más largo de lo normal, es decir, un despido ilegal.

´Lo que vino después os lo podéis imaginar. Una situación complicada, estresante y triste por tener que vivir en una sociedad en la que todavía se permitan estas cosas así que contactó con la organización a Better Balance, que defiende de los derechos de familia para contarles sus ituación y reclamar por sus derechos.

El problema es que esta empresa no era la primera vez que hacía algo así y contaba con un largo historial de denuncias anteriores por el mismo caso a pesar de que el Congreso de Estados Unidos apoyó en 1978 la Ley de Dsicriminación por Embarazo que, precisamente, hacía ilegal este tipo de discriminación a mujeres embarazadas. Sin embargo, la discriminación por embarazo sigue existiendo y sólo en los últimos años se presentaron casi 31.000 cargos.

¿Qué está pasando en la sociedad? ¿Cómo es posible que sigamos siendo discriminadas en pleno siglo XXI?

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