Como consecuencia de la sociedad en la que vivimos que hace que nos llenemos de fatiga, tensión y estrés, los niveles de infertilidad durante los últimos años se ha visto incrementados por eso quedarse embarazada puede resultar complicado.
Sin embargo, el verano está relacionado con relax, diversión y libertad por lo que esta época del año puede ser la temporada perfecta para intentar traer un nuevo miembro a la familia, de hecho, los tratamientos de infertilidad aumentan hasta en un 12% en verano.
La tempaorada estival además es otra de las más propicias para practicar sexo con la pareja por lo que la eliminación de la ansiedad durante estos meses puede ser la ocasión perfecta para conseguir la fertilidad. Ahora bien, esto debe ir acompañado de otros factores como:
Una buena alimentación y un peso y bienestar equilibrado puesto que la obesidad es otro de los grandes enemigos para lograr la concepción del embarazo, al igual que transtornos como la anorexia o bulimia. Entre los mejores alimentos destacamos frutas, verduras, frutos secos y pescado azul.
Estar físicamente activo y practicar ejercicio también está relacionado con un mejor índice de fertilidad aunque nunca realizado de forma extrema o demasiado intensa.
El seguimiento médico también es imprescindible para detectar cualquier anomalía y aprovechar los mejores momentos, cantidad de óvulos y estado de ovocitos para poder llegar finalmente al ansiado embarazo.
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