El aumento de niños con casos de autismo no hace más que aumentar por lo que los expertos han realizado una serie de estudios en la que han dado con uno de los posibles factores de este problema. La hipótesis con la que se está tratando es la toma de antidepresivos durante el embarazo ya que consideran que el riesgo de que el bebé padezca autismo se multiplica en probabilidades.

¿Y cuál es el problema de raíz? Pues que en la sociedad actual cada vez son más las personas que consumen antidepresivos por su disconformidad con su papel en la vida. Aunque todavía las conclusiones del estudio no son definitivas, lo cierto es que ya se está advirtiendo a las futuras madres de los riesgos y efectos secuendarios de su ingesta durante el embarazo.

No obstante, también hay que tener en cuenta que no es el único factor, sino que también incluye la edad de la madre, los antecedentes de trastnornos psiquiátricos o factores socieconómicos.

Hasta ahora, se ha creído que este hecho se debe a un desequilibrio de ciertas sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina en cuyo caso hay que estabilizar y reestablecer mediante ISRS o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. De esta forma se les relaciona directamente con el autismo al atravesar la placenta y aumentar por lo tanto los niveles de serotonina en el bebé justo cuanto su cerebro se está desarrollando y provoca por lo tanto el trastorno.

Por parte del sector médico se recomienda por lo tanto la búsqueda de alternativas a los antidepresivos para tratar la depresión en mujeres embarazadas ya que esta cifra tampoco es irrelevanta puesto que 1 de cada 4 mujeres embarazada tiene depresión.

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