Aunque la mayoría de los adultos tengan un especial cuidado con los bebés, se siguen dando casos del Síndrome del Bebé Sacudido o lo que es lo mismo, síntomas de maltrato que no siempre son intencionales, es decir que se producen sin que seamos conscientes del daño que podemos provocarles.

Los bebés son muy delicados, sobre todo en partes como la cabeza durante los primeros años de vida por lo que no deben ser en ningún caso lanzados por adultos con el fin de agradarles porque podemos causarles daños irreversibles.

Esta acción, que puede producirse en apenas segundos puede causar daños irreparables y graves en el bebé siendo las lesiones neurológicas las peores seguidas de las oftalmológicas, del sistema óseo y muscular. Y es que no es extraño encontrarnos con fracturas de costillas, hematomas o lesiones en la piel causadas por adultos demasiado «brutos» con los niños.

Para detectarlo, además del llanto del bebé producido por el dolor, se puede detectar mediante síntomas repentinos de cambios de comportamiento, disminución del estado de alerta, cianosis, vómitos, hemorragias o convulsiones, entre otros.

Los expertos recomiendan como principal vía de prevención la del que el adulto sea consciente del peligro que puede suponer un poco más de fuerza desmesurada sobre el bebé por lo que olvida lo de lanzar hacia arriba a los niños y realizar acciones bruscas porque los bebés son muy sensibles a cualquier movimiento.

¿Te gustan nuestros consejos y quieres conocer más noticias interesantes? No te pierdas cada semana todos los artículos que publicamos en el blog y recuerda que en la tienda online de El Peque de la Casa podrás encontrar todo lo necesario para los cuidados y el entretenimiento de los más pequeños.